Nuestra Señora de Vailankanni (Buena Salud) y lecciones de generosidad
mes de maria
Durante el mes de mayo destacaremos nuestras muñecas Marian (¡que están todas a la venta este mes!) y exploraremos cómo a través del aprendizaje basado en el juego podemos plantar una semilla de fe en nuestros hijos que realmente durará toda la vida. ¡Hoy miramos a Nuestra Señora de Vailankanni, también conocida como Nuestra Señora de la Buena Salud!
La hermosa historia de Nuestra Señora de Vailankanni tuvo lugar en la India en el siglo XVI . Un niño llevaba una jarra de leche a casa para su amo cuando decidió descansar un rato debajo de un árbol. Pronto se quedó dormido, pero lo despertó una hermosa mujer que sostenía a un bebé. Ella preguntó si podía darle un poco de leche a su bebé y el niño compartió felizmente. Cuando llegó a casa ese mismo día, lo acusaron de beber él mismo la leche. El niño explicó lo que había sucedido, y cuando todavía no le creían, la jarra de leche milagrosamente se volvió a llenar y siguió llenándose hasta que se salió por la parte superior.
¡Qué hermosa lección sobre generosidad!
La generosidad es una lección muy importante para enseñar a nuestros hijos. No sólo está en el centro del mensaje cristiano, sino que los estudios muestran que las personas generosas viven vidas más largas, más felices y más saludables.
La belleza del espíritu generoso, que tenía el pequeño del cuento, es “dar sin contar el coste”. ¡No esperaba nada a cambio y de hecho se estaba metiendo en problemas! Pero Dios nunca se queda atrás en generosidad, y aunque no esperaba nada a cambio, Dios lo recompensó con un milagro e incluso más leche de la que le había dado.
Esta breve historia de milagros nos ofrece dos valiosas lecciones de fe para enseñar a nuestros hijos. Que debemos dar sin esperar nada a cambio, y que la generosidad de Dios es “desbordante”.
¡Qué gran oportunidad para hablar con su hijo sobre todos los regalos que Dios nos da! El hermoso mundo en el que vivimos, Su Hijo, los sacramentos: ¡los ejemplos son infinitos!
Cultivar la conciencia de la generosidad de Dios con nosotros ayuda a los niños a dar a los demás más libremente. Cuando nos damos cuenta de las infinitas bendiciones que hay en nuestras vidas, es más fácil evitar la mentalidad tóxica de escasez.
Los niños aprenden a confiar en que las bendiciones de Dios seguirán fluyendo, por lo que es “seguro” ser generoso y compartir con los demás. Aprenden que “llevar la cuenta” (yo te ayudé, así que ahora me debes una) no tiene sentido, porque Dios es la fuente última de todas las cosas buenas. Podemos ser generosos, porque nuestra esperanza está en Dios y no en el hombre.
Este es sólo un ejemplo de cómo utilizar esta historia para explorar y ampliar un aspecto de nuestra fe. ¡Junto con tu hijo, estoy seguro de que descubrirás aún más! ¡Dios los bendiga!
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